En
estos momentos me siento extraño o algo diferente a lo que solía ser, viven en mí,
los recuerdos del pasado, cuando de niño me sentía feliz. Tal vez era cuando aún
no veía la vida de otro color, de este color de la realidad que no me gusta.
Hoy trato de buscarle soluciones a los
problemas de la vida, pero parece que hago lo contrario y encuentro más
problemas que soluciones. Entiendo que algunas veces la tristeza nos acompaña
en nuestro camino, es algo inevitable también que el odio nos domine y nos haga
decir palabras que hieren más que un certero golpe para después arrepentirnos
de lo dicho, es esto lo que nos hace humanos, es lo que nos conecta entre
nosotros porque no somos perfectos y cometemos errores, algunos peores que
otros. Herimos y lastimamos no solo a nuestro cuerpo sino también a quien nos
rodea.
En estos momentos es cuando más debo disfrutar
de la vida y no lo estoy haciendo, porque me preocupo más en los problemas que
en mi felicidad. La preocupación también hiere, se siente como un cuchillo que
penetra en tu corazón, de que sirve preocuparse por los problemas, es mejor
buscar la solución a esos retos que la vida misma nos pone.
Cada uno de nosotros debe disfrutar la vida
con sus seres queridos, tratar de ser como niños que se sorprenden con cada
cosa que ven por insignificante que sea pues la admiran cual destello de luz,
pero sobre todo lo disfrutan. Buscar lo hermoso que pueden ser las cosas
simples y sencillas, decirle a esa persona que le entregas el corazón lo mucho
que la quieres y la valoras. Que cada día llevamos en nuestra Alma a esos seres
queridos, el motor de vivir, el motivo de existir.
Hoy debo aprender a vivir, a
disfrutar la vida y a querer a todos los seres vivos de este mundo solo porque
son parte de la vida y existen. A quererlos, aunque sean las personas que más
me odien. Porque el Amor incondicional es tan puro como el agua, se nos dijo
que amemos a nuestro prójimo como a uno mismo. Palabras que dejan una enseñanza
difícil de entender, pero cuando existe la Fe, todo parece posible pues aun en
la oscuridad puedes ser un rayo de luz.
Busca las soluciones dentro de ti
y conócete a ti mismo para que la persona que Amas vea lo lindo que eres por
dentro y lo mucho que tienes por entregar, porque no solo de pan vive el hombre
también el Espíritu necesita palabras que den aliento de vida. La clave es el
Amor, un sentimiento que puede ser tu mayor debilidad, pero también tu mejor
fortaleza y sobre todo empieza por Amarte a ti mismo, ya verás que si Amas encontraras
la luz al final del camino, este camino tan duro que muchas veces nos hace
tropezar, que nos hace dudar de nuestra propia capacidad para salir de los
problemas. No temas por que no estas solo o sola, siempre hay alguien contigo
que en silencio te acompaña y te Ama sin condiciones pues espera que des tu
mejor versión de ti.
¿Por qué si Dios está contigo,
quien contra ti? Y si te preguntas donde lo puedes encontrar, no vayas tan
lejos ya que esta más cerca de lo que imaginas, no lo encontraras en el cielo
ni en las nubes, no lo veras en un templo majestuoso ni en la estatua que te
mira con dolor. Está en un te extrañé de tu madre después de no verte por mucho
tiempo, está en el abrazo de tu ser querido después de preguntarte como te fue,
aunque sabe que no te fue tan bien, está en un te quiero de tu Hijo después de
no verte en todo el día y decirte juegas conmigo con una sonrisa que te quita
el cansancio del día, solo tienes que aprender a escuchar tu interior porque
son estas las personas que te dan la fortaleza cuando parece que todo esta
perdido en la vida.
Momentos que te llenan de alegría
son tesoros valiosos que debes guardar en tu corazón, pues son esos buenos
actos los que nos hacen inmortales ante los ojos de quien nos quieren, Ama sin prejuicios, Ama como si fuera el ultimo día porque no sabemos cuándo nos marcharemos de este camino llamado vida, Ama sin esperar nada a cambio y sobre todo Ama
con el Espíritu.
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